domingo, 31 de diciembre de 2006

De cumpleaños, léxicos varios y pelos en las piernas

Lo primero que me encontré al llegar fue un cumpleaños. En principio no me pareció raro, todo el mundo cumple años y podía ser casualidad que justo el día que empezaba alguien cumpliera años. Lo extraño es que mucha gente cumplía años en esa redacción. Y muy a menudo. Hubo desayunos, hubo aperitivos y hubo hasta cañas después del trabajo. Pero sin duda lo que más me sorprendió era la forma de hablar de la gente. Nadie hacía afirmaciones. Todos preguntaban. Preguntas que ni siquiera pueden llamarse retóricas porque no eran preguntas. La gente en vez de decir "Y me encontré a Fulanito en el Why not" decía "¿Y me encontré a Fulanito en el Why not?". Me extrañó que no fueran una o dos personas, sino casi todos (yo puedo asegurar que nunca lo hice), los que hablaban así. Eso sí, cada uno tenía -y tiene- una frase que se me quedará para siempre en el recuerdo y que debería aparecer en la nueva versión del diccionario de la RAE. He aquí algunos ejemplos:
-"¿Qué necesidad?": forma culterana de decir "¿p'a qué?".
-"Bien de...": nueva preposición que debe ir entre "bajo" y "cabe" y que viene a significar "mucho, abundancia".
-"Bastardina": frase breve, fulera y humorística (las menos de las veces). Versión moderna de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna.
-"Osssstiassss": queja de un sevillano que intenta hablar como si no tuviera acento.
-"Chopped en barra": forma poco culterana de llamar al miembro sexual masculino. Utilícese en la frase: "Tengo hambre", "Pues toma chopped en barra".
-"Loca del coño": persona con bien de desequilibrio.
-"¡Judé!": exclamación ante cualquier tipo de problema, grave o no.
Y muchas otras que algunos ya sabéis y que han hecho más divertidos estos 9 meses que hemos estado juntos, meses llenos de buenos momentos y de quizá un par de crisis, a lo sumo. Pero de todos yo me quedo con esa comida en la terraza del restaurante chino en la que M. nos enseñó los pelos de sus piernas (sigo queriendo ser vicepresidente de tu club de fans).
Y como todo ha sido maravillosamente bizarro, no podía acabar más que como acabó: en el parking de un McDonald's de Pozuelo con el maletero de un coche abierto y sonando a todo volumen la música de Supermodelo 2006 mientras desfilaban mis hasta ese momento compañeros y a partir de entonces amigos.
Una pena que se haya acabado, pero si es cierto lo que dicen, el Boomerang regresa siempre al lugar desde el que se lanzó. Así que yo seguiré esperando vernos juntos de nuevo para que me sigáis enseñando cosas, nuevas frases, pelos en las piernas o lo que queráis. Eso sí, no conseguiréis nunca que enuncie una afirmación como una pregunta. ¿Os echo ya un poco de menos?